26 de Julio
Cuando estamos pronto a celebrar un aniversario más de la conmemoración del asalto al Cuartel Moncada, la acción que haría cambiar la historia de este país, nos gustaría ver que significa CUBA hoy día.
Cuando se produce el triunfo de la Revolución, la humanidad vivía tiempos definitivos de cambios. Se daba inicio a una década donde los jóvenes de Estados Unidos declaraban que lo mejor era hacer el amor y nó la guerra, en rebeldía para ir a luchar al Vietnam, en rebeldía contra todo lo establecido, ideas que atravesarían a todo el mundo. En diferentes países de Latinoamérica, los jóvenes daban inicio a la reforma Universitaria, y poco después los estudiantes y obreros unidos en Francia, casi derrocan al Presidente De Gaulle, otro tanto harían los universitarios alemanes. El hombre cumple su anhelo de viajar al espacio y despertar los sueños de una humanidad. En Africa estallaba por todas partes la lucha anticolonial, y empezaban a dar sus primeros pasos las repúblicas independientes. El mundo sufría la Guerra Fría, dividido en dos bloques: el bloque occidental liderado por Estados Unidos que defendía el desarrollo del Capitalismo, y la Unión Soviética que pretendía expandir el sistema Socialista.
Eran tiempos de rebeldía, de cambios, de compromiso, de contradicciones. Por eso el triunfo de la Revolución Cubana es trascendente, se produce en las narices del imperio, en Latinoamérica supuesto patio trasero de Estados Unidos, y aparentemente dentro de la zona de influencia directa del imperio. Era el primer intento revolucionario triunfante, y ha servido desde entonces de referente obligado para todos los que pretendemos hacer la revolución en nuestros países.
Después de 50 años de Revolución, esta ha tenido serios problemas para poder sobrevivir y desarrollarse. El imperio jamás ha perdonado su existencia y ha hecho todo lo posible, incluyendo la invasión y los sinnúmero de atentados contra Fidel, para aniquilarla. Durante los 50 años ha debido sufrir el más increíble bloqueo económico, que no sólo alcanza a los norteamericanos, sino que sanciona a cualquier país que comercie con Cuba. Pero nada de estos ataques ha logrado quebrar la tremenda confianza de los cubanos en la justicia y libertad que les entrega el Socialismo que se ha ido construyendo. Pueden hacer críticas, pueden tener descontento con algunas medidas, pero la gran mayoría no esta dispuesta a entregar su Patria al imperio.
Nunca en ningún otro lado su lema Patria o Muerte, tiene más sentido y coherencia, sintiéndose los legítimos continuadores de las ideas de José Martí y tantos otro patriotas que escribieron le camino de la Libertad.Pero el mundo ha ido cambiando. En los años 80, se derrumba el referente mundial del socialismo, la Unión Soviética y con ello el mundo dará un giro para hacer que el Capitalismo se transforme en un sistema Universal, para desarrollar lo que llamamos la Globalización. Hasta los países que aún proclaman el Socialismo, como China y Vietnam, adoptan formas de capitalismo para desarrollar sus economías.
Cuba sufre un duro golpe con la caída de la Unión Soviética, que fuera su aliado más poderoso y el que sostenía gran parte de su propia economía. Los oráculos del imperio no tardaron en certificar la pronta caída del sistema socialista de Cuba, y determinaban que ya la Historia había terminado, con una arrogancia tan grande como su ignorancia del desarrollo de las sociedades. Las amenazas y su economía muy debilitada, pusieron gran presión a Cuba, pero resistieron y han resistido todo este tiempo.
Siendo parte del sistema de países latinoamericanos, sigue siendo un referente para todos los que pretenden realizar cambios radicales en este continente. Cuando la ola libremercadista y la globalización del mercado se impone a punta de dictaduras y de criollos al servicio del imperio, cuando todo se puede vender, la dignidad, las riquezas de los pueblos, las personas, su sangre y sus familias. Cuando nos tratan de convencer de que no hay alternativa posible, que estamos condenados a sufrir la explotación y la enajenación mental, que el socialismo es cosa del pasado y ahí están esos antiguos “revolucionarios” hoy manejando la economía de mercado profundizando el capitalismo, para demostrarlo.
Entonces de nuevo ahí esta Cuba para decirnos que todo eso es mentira. Que sí es posible otro tipo de sociedad. Que se puede vivir con dignidad a pesar de las dificultades. Que es posible construir una sociedad de otro tipo más justa y libertaria.El entorno de Cuba en este medio no ha sido el más fácil, cuando todos quieren condenarla. Los sucesivos gobiernos de la Concertación o la han condenado o se han abstenido en las Naciones Unidas, pero sin excepción la critican duramente y le exigen “cambios democráticos”. No sólo esos son las diferencias, especialmente con Chile.
En esta época de tremenda crisis del capitalismo, donde ha quedado una vez más en evidencia el fracaso del capitalismo y en especial su forma extrema de neoliberalismo, Chile ha sido profusamente felicitado por sus “grandes logros” “por su forma de enfrentar la crisis”, “ejemplo no solo para América Latina, sino incluso para los países desarrollados”. Los chilenos no entendemos porqué tanta felicitación si el país no ha podido solucionar los problemas de fondo: vivienda, salud, educación y trabajo. El gobierno conquista adherente en vías a la presidencial, entregando bonos por maternidad, por el invierno, por la crisis, con cualquier excusa; pero hablar de soluciones reales, ninguna. Bachelet se saca fotos con Obama, y no puede sentirse más orgullosa.
La intención del imperio al elegir a Chile, es tratar de impedir que otras experiencias como la de Cuba recobren vigencia en esta actualidad. Felizmente en este momento Cuba no esta sola. Sus ideas de libertad y de antiimperialismo, han tenido su fruto y otros países han optado por ir desarrollando alternativas en oposición al imperio, como es el caso del ALBA, donde se reúnen países que proponen otro camino de desarrollo para la sociedad Latinoamericana. Un camino más de acuerdo con la realidad, y con nuestra idiosincrasia andina. Y cada día son más. Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, y otros se han unido para enfrentar los desafíos que significan jugársela por los intereses de los más pobres de su sociedad. Ahí es donde Chile pasa a ser la carta que ha elegido el imperialismo para servir de contrapeso a estas otras iniciativas. Para evitar que el proyecto ALBA se desarrolle y crezca. Por eso se explica la conducta de Chile en el barrio latino. Cualquiera puede ver en las noticias como se tergiversa o se esconde información respecto de Venezuela, como se ha demonizado el que se haya aprobado la re-elección de los Presidentes, olvidándose que en Estados Unidos, sí se pueden reelegir y que en las Municipalidades hay ya Alcaldes vitalicios. Pero cuando sucede en Venezuela o Ecuador, entonces es antidemocrático. En los últimos días la muerte de M. Jackson ha ocupado la mitad del tiempo de noticieros y reportajes en la TV. Sin embargo han dedicado apenas un par de minutos al golpe militar en Honduras, y el Mercurio explícitamente legitima y celebra el golpe. Pero nadie en el gobierno se atrevería a hablar de colusión para desinformar y tergiversar la realidad del entorno de Chile.
Golpe en Honduras
Cuando tanto se ataca a Cuba, cuando la Concertación se colude con la derecha para atacar a Cuba y el ALBA, para criticar permanentemente a Chávez, Morales, Correa y Ortega, debemos tener claro porqué es así. Tenemos que tener claro el rol de peón del imperialismo que la Concertación y la derecha han dispuesto para nuestro país. Para decirnos que no aceptarán otras alternativas y para aviso claro, ahí esta el golpe en Honduras.
Por eso desde estas líneas saludamos una conmemoración más de la gesta del Moncada, porque sigue estando vigente para nuestros pueblos, las razones que motivaron esas acciones. Porque sigue siendo un ejemplo a seguir en el camino de construir una nueva sociedad. Los tiempos han cambiado, el imperio parece haberse fortalecido, pero Cuba está ahí como ejemplo de rigor, esfuerzo y compromiso.
No son los años 60, llenos de sueños, de utopías, de una juventud comprometida, de alternativas, de lucha por la libertad y la independencia. Es el nuevo milenio neoliberal, mundo globalizado, interdependiente, donde lo único que cuenta es lo material por sobre los valores de la dignidad, solidaridad y justicia.
Pero ahí esta Cuba, sin cambiar su rumbo, con dificultades , sí, pero sin abandonar la ideas y mucho menos su compromiso que inspiraron su Revolución.