Un nuevo año, un nuevo tiempo, un nuevo empezar y viejos desafíos, el desafío de construir un mejor medio de expresión más amplio, más profundo, con más contenido. Son tres años de crecimiento y perseverancia, de lucha diaria por la constancia y muchas veces por la sobrevivencia, de ir contra la corriente. Por lo que empezar un nuevo año no es fácil, más aun en un año como el presente en donde los recursos son escasos, año en que el show electoral copará todos los espacios, año en que todos los discursos públicos y privados han logrado amedrentar y condicionar el actuar de los trabajadores que ven como la cesantía se ha instalado como guillotina sobre sus cabezas. Ya que los patrones con la excusa de la crisis internacional están aprovechando de acomodar sus plantas de trabajadores con el único fin de asegurar y aumentar sus ganancias y beneficios oficio en el que son expertos los empresarios chilenos que seguramente aprovecharán para sacar del Estado (es decir de nuestros recursos), subsidios y beneficios que aseguren sus ganancias, nadie mejor que ellos han aprendido que a río revuelto ganancia de pescadores y nosotros podríamos agregar que mientras más grande el anzuelo mejor.
Sin duda que será un año particular y precisamente por eso los desafíos son mayores, debemos ser capaces de redoblar nuestros esfuerzos pues en años electorales como este los partidos tradicionales se instalan con toda su maquinaria electoral en nuestras poblaciones, es aquí, cuando y donde debemos aprovechar para desenmascarar sus verdaderas intenciones y demostrarle al pueblo que de ellos no se puede esperar nada más que promesas que nunca cumplirán. Este año debemos aprovechar la coyuntura económica para promover y potenciar la organización del pueblo. Es en estas instancias donde mejor podrá ser asimilada la idea de que el capitalismo jamás resolverá los problemas de fondo que aquejan a los pobres y que sólo la total destrucción de este y la construcción de un nuevo sistema político, económico y social puede llevar al pueblo a superar su condición de explotado y sometido a los intereses de las minorías burguesas que dirigen este país.
En los años precedentes hemos podido asistir al surgimiento de experiencias de cambio y protagonismo popular en países de nuestra América es así como Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua han venido desarrollando procesos políticos en donde el rol del pueblo es cada vez más relevante en definir y sostener un proyecto popular de cambio y de democracia para las mayorías con un gran hincapié en la soberanía y autonomía de sus gobiernos de los chantajes que el imperialismo impone a través de sus organismos internacionales y a la vez levantando alternativas para los pueblos latinoamericanos; es en ese contexto que saludamos y miramos con esperanza el reciente triunfo electoral del FMLN en el Salvador, triunfo esperamos sirva para sacar al hermoso pueblo Salvadoreño de la miseria y pobreza en que lo han mantenido por siglos el imperialismo yanqui y sus lacayos de la burguesía nacional.
Sin duda que todas estas experiencias deben servirnos para encontrar en ellas enseñanzas y ejemplos de la capacidad de convocar, unificar y movilizar a sus pueblos. Para desde ellas sacar las mejores enseñanzas en pos de encontrar los mejores caminos que nos ayuden a salir del poso de la dominación capitalista que de forma solapada y artera somete y explota a nuestro pueblo trabajador.
Invitación
Los diarios de vida son parte de la niñez. Bitácora del inicio de un viaje impreso en letras que develó la tinta de nuestro corazón. Un amigo íntimo, secreto, cómplice querido que archiva el pan nuestro de los sinsabores y alegrías que nos constituyeron por aquellos días de sol y lluvias de mañanas sin sus tardes, ni sus noches. La madrugada de la vida.
Rossana Cárcamo, confiesa ya mujer, cuando la magia abrió la ventana de sus ojos de hija amada: “El día que cumplí 8 años recibí de regalo un librito de páginas blancas forrado en cuero rojo”. Fue su rito de iniciación al mundo de las letras, observando con enormes ojos de niña primero, adolescente después, los acontecimientos sociales y políticos del Chile de los ochenta.
Impresionada por los acontecimientos, sabiamente traza su misión: “Me propuse entonces, ser más exhaustiva en los relatos con la esperanza de entregar este legado a mi descendencia, ya que estaba consciente de vivir un momento histórico”.
Una premonición en Séptimo Básico, recibe un premio, El Diario de Ana Frank. La niña mártir acompañó sus pasos como testigo de la historia de otra resistencia al crimen y al horror.
Rossana es protagonista de los hechos que narra, joven estudiante, combatiente, comprometida y militante. Su amigo – diario – confidente fiel – resiste con ella los avatares de la dictadura de Pinochet. Transitan por sus páginas historias de lucha y muerte, de ejemplo y consecuencia, con frescura conmovedora. Nadie que lea estas páginas las sentirá lejanas, como historia ajena. La universalidad y originalidad de la pluma de la autora no deja acontecimiento sin escudriñar. Los jóvenes de hoy encontrarán una cronología que otros intentan olvidar o sepultar. El ejemplo de estudiantes secundarios y universitarios de los 80 que vencieron el miedo y como dice Rossana en el acto bautismal del libro, “Y salimos a la calle…”, enfrentando la represión a riesgo de sus cortas vidas.
Los que no éramos tan jóvenes, también agradecemos este trabajo de memoria, nos recuerda que los hechos del pasado son heridas abiertas, no cierran, ni con el olvido, ni con la impunidad.
Otros jóvenes han irrumpido en el acontecer nacional, demostrando claridad, fuerza, organización, sin ser escuchados y los jóvenes de ayer ya no recuerdan, entonces Rossana Cárcamo precisa el sujeto social de su historia: “ A lo largo de los años he aprendido que el ejercicio de la memoria no es fácil, que muchos dolores tapizan algunas neuronas del recuerdo y nos obligan a olvidar para seguir viviendo, sin embargo, la tozudez que en muchos casos es un defecto, en mi caso ha sido una aliada y gracias a ella, hoy desempolvo esos negros años para los jóvenes que desean saber del pasado”.
“Y SALIMOS A LA CALLE…”, un testimonio del Chile de los 80, de las jornadas de protesta, de los degollados y quemados, de los apagones y las grandes movilizaciones intentando abrir las anchas alamedas y el comienzo de una transición que nunca termina.
Sin duda que será un año particular y precisamente por eso los desafíos son mayores, debemos ser capaces de redoblar nuestros esfuerzos pues en años electorales como este los partidos tradicionales se instalan con toda su maquinaria electoral en nuestras poblaciones, es aquí, cuando y donde debemos aprovechar para desenmascarar sus verdaderas intenciones y demostrarle al pueblo que de ellos no se puede esperar nada más que promesas que nunca cumplirán. Este año debemos aprovechar la coyuntura económica para promover y potenciar la organización del pueblo. Es en estas instancias donde mejor podrá ser asimilada la idea de que el capitalismo jamás resolverá los problemas de fondo que aquejan a los pobres y que sólo la total destrucción de este y la construcción de un nuevo sistema político, económico y social puede llevar al pueblo a superar su condición de explotado y sometido a los intereses de las minorías burguesas que dirigen este país.
En los años precedentes hemos podido asistir al surgimiento de experiencias de cambio y protagonismo popular en países de nuestra América es así como Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua han venido desarrollando procesos políticos en donde el rol del pueblo es cada vez más relevante en definir y sostener un proyecto popular de cambio y de democracia para las mayorías con un gran hincapié en la soberanía y autonomía de sus gobiernos de los chantajes que el imperialismo impone a través de sus organismos internacionales y a la vez levantando alternativas para los pueblos latinoamericanos; es en ese contexto que saludamos y miramos con esperanza el reciente triunfo electoral del FMLN en el Salvador, triunfo esperamos sirva para sacar al hermoso pueblo Salvadoreño de la miseria y pobreza en que lo han mantenido por siglos el imperialismo yanqui y sus lacayos de la burguesía nacional.
Sin duda que todas estas experiencias deben servirnos para encontrar en ellas enseñanzas y ejemplos de la capacidad de convocar, unificar y movilizar a sus pueblos. Para desde ellas sacar las mejores enseñanzas en pos de encontrar los mejores caminos que nos ayuden a salir del poso de la dominación capitalista que de forma solapada y artera somete y explota a nuestro pueblo trabajador.
Invitación
Ediciones Caballo de Mar y la Sociedad de Escritores de Chile, SECH, invitan al Lanzamiento del Libro "Y SALIMOS A LA CALLE...", de Rossana Cárcamo.
Diario de una Joven Combatiente Contra la Dictadura de Pinochet.
Martes 14 de Abril, a las 19.30 hrs.
Almirante Simpson 7, Santiago
Palabras del Editor
Rossana Cárcamo, confiesa ya mujer, cuando la magia abrió la ventana de sus ojos de hija amada: “El día que cumplí 8 años recibí de regalo un librito de páginas blancas forrado en cuero rojo”. Fue su rito de iniciación al mundo de las letras, observando con enormes ojos de niña primero, adolescente después, los acontecimientos sociales y políticos del Chile de los ochenta.
Impresionada por los acontecimientos, sabiamente traza su misión: “Me propuse entonces, ser más exhaustiva en los relatos con la esperanza de entregar este legado a mi descendencia, ya que estaba consciente de vivir un momento histórico”.
Una premonición en Séptimo Básico, recibe un premio, El Diario de Ana Frank. La niña mártir acompañó sus pasos como testigo de la historia de otra resistencia al crimen y al horror.
Rossana es protagonista de los hechos que narra, joven estudiante, combatiente, comprometida y militante. Su amigo – diario – confidente fiel – resiste con ella los avatares de la dictadura de Pinochet. Transitan por sus páginas historias de lucha y muerte, de ejemplo y consecuencia, con frescura conmovedora. Nadie que lea estas páginas las sentirá lejanas, como historia ajena. La universalidad y originalidad de la pluma de la autora no deja acontecimiento sin escudriñar. Los jóvenes de hoy encontrarán una cronología que otros intentan olvidar o sepultar. El ejemplo de estudiantes secundarios y universitarios de los 80 que vencieron el miedo y como dice Rossana en el acto bautismal del libro, “Y salimos a la calle…”, enfrentando la represión a riesgo de sus cortas vidas.
Los que no éramos tan jóvenes, también agradecemos este trabajo de memoria, nos recuerda que los hechos del pasado son heridas abiertas, no cierran, ni con el olvido, ni con la impunidad.
Otros jóvenes han irrumpido en el acontecer nacional, demostrando claridad, fuerza, organización, sin ser escuchados y los jóvenes de ayer ya no recuerdan, entonces Rossana Cárcamo precisa el sujeto social de su historia: “ A lo largo de los años he aprendido que el ejercicio de la memoria no es fácil, que muchos dolores tapizan algunas neuronas del recuerdo y nos obligan a olvidar para seguir viviendo, sin embargo, la tozudez que en muchos casos es un defecto, en mi caso ha sido una aliada y gracias a ella, hoy desempolvo esos negros años para los jóvenes que desean saber del pasado”.
“Y SALIMOS A LA CALLE…”, un testimonio del Chile de los 80, de las jornadas de protesta, de los degollados y quemados, de los apagones y las grandes movilizaciones intentando abrir las anchas alamedas y el comienzo de una transición que nunca termina.
Lectura refrescante para una memoria viva que no olvida, ni perdona, que aun vive en los sueños de los hombres y mujeres de hoy, narrados por una adolescente ochentera que se entregó por entera a la causa de todos y que ha tenido, como muchos, que pagar los costos sociales de sus actos, sin abandonar las convicciones que la motivaron siendo niña, hoy tras un largo exilio en Bélgica, mujer, madre de un adolescente, no olvida y mantiene ese compromiso primigenio, esparcido como semilla en este libro.
W. Luis Ulloa Vargas. Centro de Estudios Sociales “Dagoberto Pérez Vargas”.
W. Luis Ulloa Vargas. Centro de Estudios Sociales “Dagoberto Pérez Vargas”.