lunes, 31 de marzo de 2008

Significado del Día del Joven Combatiente

El Combatiente Revolucionario, también, organiza, educa y construye Poder Popular
DAVID

Nos encontramos a pocos días de vivir y conmemorar una nueva jornada en homenaje al Joven Combatiente. Jornada que se ganó un sitio dentro del calendario más combativo de nuestra izquierda. Se incorporó con fuerza a punta de balazos y de molotovs, capucha, puño en alto y toneladas de valor, coraje y decisión. Pasando a través de los noventa de ser una fecha importante sólo para el sector más radical o más golpeado del país, a significar una jornada de movilización y protesta de toda nuestra sociedad, muy a pesar de la criminalización que han querido imponer desde la Concertación y la derecha (lo que es lo mismo a esta altura).
Sin embargo, en los últimos años se nos hace cada vez más difícil diferenciar si la protesta proviene de sectores organizados, desde la misma población agobiada o simplemente esta nace de los sectores identificados como lúmpen. Con seguridad podemos decir que en innumerables ocasiones la última de las opciones es la que destaca. Ese es el problema para los sectores revolucionarios, que no debiéramos promover acciones tan delicadas (como son el enfrentamiento directo y la utilización de la violencia en general) si nó nos encontramos en condiciones reales de dirigir y hacernos cargo de esa violencia, para decirlo con más claridad: MANTENER A RAYA A LOS TRAFICANTES Y AL LÚMPEN. No debemos permitir que nuestros espacios y fechas sirvan para que estas escorias, que día a día envenenan a nuestros jóvenes y niños, prueben sus armas y hagan gala de sus destrezas disparando al aire. Nosotros sabemos que a los aparatos policiales del Estado nunca les ha interesado en realidad acabar con el narcotráfico, y que estos operan muy de la mano, prestándose protección y cooperación mutua. No nos confundamos, el permitir que los narcos ocupen y se adueñen de nuestras poblaciones es permitir que los aparatos policiales estén perfectamente informados y seguros de nuestra actividades revolucionarias (más allá de los que por sí mismo genera el consumo y tráfico de drogas).
La PROTESTA POPULAR debe ser protagonizada por las masas populares, dirigida y convocada por los sectores concientes de la población, no por el enemigo de clase ni por sus vasallos. De lo contrario no será tal, y se transformará en un holograma espectacular, pero que sólo será uno más de los espectáculos de la televisión, haciéndonos creer que avanzamos en la Lucha de Clases, que la lucha se agudiza y que la movilización avanza, cuando sólo es una apariencia pirotécnica.
El joven y todos los combatientes no se miden por cuantas piedras o molotovs tiren por hora ni cuantos cargadores hayan arrojado a un policía a 100 metros de distancia, un COMBATIENTE de la lucha revolucionaria, es decir el que aporta diariamente a levantar un proyecto popular alternativo, se reconoce en la construcción cotidiana, que consiste entre otras cosas en la formación política e ideológica, en la generación de organización, en el trabajo de elevar lo niveles de conciencia de nuestro pueblo, en la construcción del poder popular real (que por cierto incluye y necesita el elemento militar), etc. Pero lo anterior no es posible hacerlo sólo el 29 el primero o el 11, esto sólo es posible a través de un trabajo colectivo, constante y sistemático, siempre sumando y no espantando a los mas jóvenes. Lo que nos ha demostrado durante tanto tiempo, con su ejemplo, el Comandante en Jefe de la Revolución Latinoamericana:

“A los revolucionarios más jóvenes, especialmente, recomiendo exigencia máxima y disciplina férrea, sin ambición de poder, autosuficiencia, ni vanaglorias. Cuidarse de métodos y mecanismos burocráticos. No caer en simples consignas. Ver en los procedimientos burocráticos el peor obstáculo. Usar la ciencia y la computación sin caer en lenguaje tecnicista e ininteligible de élites especializadas. Sed de saber, constancia, ejercicios físicos y también mentales.” Fidel Castro Ruz









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