domingo, 7 de septiembre de 2008

HA LLEGADO EL CIRCO !!!




Si hay que hablar de las herramientas del sistema para ejercer poder, fomentar la corrupción y falsear la realidad, hablemos de las elecciones, a propósito de las próximas municipales de octubre. Las elecciones constituyen la lucha por el poder entre la clase dirigente. El objetivo de los partidos políticos es ganar elecciones y para eso utilizan todas las artimañas posibles y manejan la ley a su conveniencia.
Estas municipales serán la radiografía del momento actual, para que ambos bloques políticos analicen sus condiciones con respecto a las presidenciales del próximo año. Desde el retorno de la democracia, la Concertación ha ganado todas las elecciones y por supuesto quiere mantener su dominación, la derecha en cambio, conciente de que no puede pasar más tiempo sin la posibilidad de perpetuarse en el poder, ahora con terno y corbata y ya no con tanquetas y fusiles, necesita sumar votos para poder competir en las presidenciales. Sin ir más lejos, en las elecciones municipales del 2004, la Concertación dobló a la derecha en alcaldes electos 203 contra 104. Sólo hay que ver algo de noticias para darse cuenta de que el camino esta difícil para la Concertación, cada vez mas deslegitimada y con una Presidencia débil en mantener a sus cachorros alineados. Ese es el juego político… disputarse cuotas de poder lo suficientemente importantes como para no desaparecer, y en ese juego la concerta y la derecha la llevan. Fueron ellos, políticos corruptos, los que hicieron la ley sobre transparencia, límite y control del gasto electoral (1993), los mismos que no tuvieron problemas en mantener la Constitución pinochetista después del retorno de la democracia, tal parece que se les había olvidado que la misma dictadura que les heredó la Constitución, los había dejado sin elecciones durante más de una década, “ellos” se juntaron y escribieron una ley para que el proceso eleccionario fuera más transparente para todos los ciudadanos. Ahora está en internet, aprovechando la tecnología, para que cualquiera pueda leerla, poco les importa que baste con mirarla para que nos demos cuenta de que nada de lo que ahí dice se cumple, es secreto a voces que TODOS los políticos utilizan recursos de proyectos gubernamentales, empresas estatales, sociedades empresariales fantasmas creadas solo para lavar dinero, para sus campañas, en resumen, recursos de todos nosotros, pero de vez en cuando aparece por TV algún escándalo de corrupción que corta las cabezas de unos pocos, todo para que siga la función. A pesar de que se den a la tarea de negar esas acusaciones descaradamente, mirando a las cámaras como si estuvieran mirando a los ojos de pobladores, trabajadores, dueñas de casa, a pesar de sus caras de políticos honestos… nadie les cree, todos podemos darnos cuenta cuando hablamos con nuestros vecinos o compañeros de trabajo, de que NADIE LES CREE, entonces la pregunta es ¿Hasta cuando seguimos dejando que monten las funciones del circo delante de nuestras narices? ¿Hasta cuando seguimos siendo cómplices de tanto montaje? Por que eso somos, todos cómplices, por que, como dicen: el que calla, otorga! El discurso de los políticos, independiente del partido, es que el voto es la forma legítima de participar en el sistema, es la forma de participación en “democracia”, de expresar nuestra opinión y elegir a quienes nos representen, como ciudadanos comunes, solo tenemos opinión mediante el voto y a través de él podemos favorecer o castigar a los candidatos, pero con esto lo único que hacemos es fomentar la continuidad de un sistema falsamente representativo.
Pero hay algunas cosas que, nosotros, como clase obrera explotada, no debemos olvidar, NO es democracia cuándo el sistema es utilizado sólo para llenarse los bolsillos de dinero mientras la mayoría de la población sigue viviendo marginada y empobrecida para el beneficio de la mayoría, NO es democracia cuándo los supuestos “mejores representantes” son empleados del imperialismo y entregan nuestros recursos a las empresas transnacionales. Los períodos eleccionarios solo influyen en nuestras vidas los meses antes y después del día en que las personas entran a las urnas, cuándo vemos las calles convertidas en escenario de propaganda y promesas, muros pintados que quedaran así hasta la próxima vez en que veamos a todos estos personajes concurriendo a cuánto acto político o social aparezca por nuestros barrios. El resto del tiempo, tenemos que resolver los problemas de nuestras vidas cotidianas como mejor podamos, porque todos estos señores y damas estarán muy ocupados disfrutando de su tajada de la torta. Nuestra participación se remite al día en que contribuimos a que esta élite política se sienta satisfecha por los millones invertidos y los augurios de un nuevo período en el poder, y digo élite porque política significa mucho más, política es todo lo que hacemos en la cotidiana para construir nuestro futuro, sabemos de economía porque solo nosotros debemos aprender como optimizar nuestros pocos recursos y administrar de la mejor forma lo poco que tenemos y ellos se dicen expertos, es fácil cuando a fin de mes no hay que estar preocupados de cómo pagar las cuentas. En todos esos momentos, nadie de “ellos” aparece, es decir, en la mayor parte de nuestras vidas. Y vemos como el PC se alinea con la Concertación bajo el absurdo argumento de terminar con la exclusión, históricamente a la Concertación no le ha importado el PC más que para restarle votos a la derecha y para mantener a esta supuesta “izquierda” bien mansa, pero eso no le importa al PC, con tal de asegurar un sillón bien cómodo, están dispuestos a hipotecar la voluntad del pueblo al que dicen defender. Por otro lado, vemos a la derecha enfurecerse cuando la oncertación comete algún error, pero ellos son de la misma calaña y al parecer hicieron la vista gorda sobre su participación en la dictadura, argumentando que los conflictos del pasado deben quedar atrás porque “le hacen mal al país”. En definitiva somos testigos silenciosos del negociado de este sistema “democrático”. El llamado entonces es a apelar a nuestra memoria histórica, si el 11 de septiembre del ’73 se terminó con las elecciones, este 11 deberíamos hacer lo mismo, deberíamos dejar de ser esos testigos silenciosos y alzar la voz en contra de este sistema, boicotear las elecciones de todas las formas posibles y salir a las calles a exigir los que nos corresponde. Sólo debemos leer la ley 19.884 y cada vez que veamos propaganda electoral en muros, calles, postes, parques, semáforos, quioscos, tendido eléctrico, romperla, arrancarla, porque ellos mismos escribieron en esa ley que eso está prohibido. Por que como dijo Allende: “… tenemos derecho a construir nuestro porvenir…”


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