viernes, 12 de diciembre de 2008

En el ejercicio normal de mirarse el ombligo y colocarse en el centro del mundo, los chilenos tendemos a pensar en los procesos políticos desde nuestra realidad y desde ella proyectar conclusiones y propuestas, (cuando algún sesudo profeta se atreve a hacerlas), olvidando por completo realidades innegables a ojos de cualquier observador, vivimos en un mundo global e interconectado en donde ningún fenómeno se da aislado de otros y por ende influye y afecta a los demás. Este año ha sido especialmente demostrativo de aquello en nuestro continente en particular y el mundo en general.
La gran crisis económica que hoy afecta al mundo y que el próximo año se dejará sentir con todo su crudeza en nuestro país, es ejemplo concreto de la imposibilidad de desarrollar cualquier proceso nacional de forma independiente de los fenómenos mundiales.
"La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder. Nuestra comarca del mundo, que hoy llamamos América Latina, fue precoz: se especializó en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del renacimiento se abalanzaron a través del mar y le hundieron los dientes en la garganta. Pasaron los siglos y América Latina perfeccionó sus funciones. Este ya no es el reino de las maravillas donde la realidad derrotaba a la fábula y la imaginación era humillada por los trofeos de la conquista, los yacimientos de oro y las montañas de plata. Pero la región sigue trabajando de sirvienta. Continúa existiendo al servicio de las necesidades ajenas, como fuente y reserva del petróleo y el hierro, el cobre y la carne, las frutas y el café, las materias primas y los alimentos con destino a los países ricos que ganan consumiéndolos, mucho más de lo que América Latina gana produciéndolos." Eduardo Galeano
Pero frente a esta realidad también existen otras verdades innegables entre ellas la permanente lucha de clases que también se traduce en lucha entre pueblos explotados y pueblos explotadores, lucha que este año ha tenido un amplio escenario de confrontación en el cual aparentemente los pueblos oprimidos han ido avanzando en sus proceso de real y definitiva liberación, dando ejemplos y luces de que no existen los caminos únicos ni absolutos, sino que cada pueblo debe ser capas de encontrar las formas y métodos apropiados a cada pueblo y cultura, pero lo que más nos debe servir enseñanza es que sólo se avanza en aquellos procesos en donde el pueblo es el real protagonista y gestor de los cambios y que a mayor participación popular mayor capacidad de combatir a las burguesías nacionales aliadas al imperialismo internacional que desde Venezuela hasta Bolivia pasando por Nicaragua, Ecuador y El Salvador nos van mostrando un camino, América Latina nos grita desde distintos rincones ES POSIBLE COMBATIR Y TRIUNFAR, ES NECESARIA LA UNIDAD DEL PUEBLO.
Los desafíos para los próximos años son la unidad latino americana, la solidaridad entre los pueblos, el rescate de los valores fundamentales del marxismo entre los cuales adquiere relevancia en el actual momento del desarrollo de las luchas el internacionalismo proletario.

Hoy es necesario recordar los ideales, enarbolar más alto las banderas y gritar más fuerte la consigna.
"Proletarios del mundo uníos"

No hay comentarios: