
Para entender los acontecimientos que suceden hoy en Latinoamérica es necesario recurrir a la historia. En especial a la reciente, porque como dice alguien “la incomprensión del presente , nace fatalmente de la ignorancia del pasado”
Nos referimos al desarrollo de su economía y los procesos sociales.
En esa referencia podemos decir que L.A. siempre ha estado en manos de un pequeño grupo, los poderosos, patrones, lideres, jefes de tendencias, o la irrupción de empresario políticos, empresarios a secas, millonarios, etc., que están en política y participan en ella con la mirada del dueño. Muchas veces coludidos con empresas extranjeras para obtener aún más riquezas. Es recomendable leer a Eduardo Galeano, para entender la tremenda intervención de los intereses extranjeros en las economías latinas. Entender que producto de esas intervenciones económicas, fue necesario que imperialistas como Estado Unidos, se vieran en la necesidad de derrocar gobiernos progresistas o de izquierda, asesinar Presidentes como Arbenz o Torrijos, Quadros, enviar sus ejércitos para reprimir las protestas populares como en Santo Domingo, Puerto Rico, Grenada, y después instalar gobiernos corruptos que defendieran sus intereses como Trujillo, Stroessner, Somoza, Banzer, Cardozo, Quiroga, Mennen, Pinochet, la lista es larga.
Latinoamérica ha sido denominado “el patio trasero” de LA. Porque aquí han vaciado su basura. Porque para el imperio no somos más que un territorio donde hay enormes riquezas para explotar, cobre, estaño, petróleo, gas, madera, y últimamente agua en grandes reservas. Cada gobierno “democrático” de patrones criollos, o las dictaduras cuando fueron necesarias, se dedicaron a legalizar constituciones que defendían la explotación, la exclusión y perpetuaban en el poder a las clases terratenientes en el pasado, mineras y oligárquicas después y ahora a los sectores financieros.
Esta historia no se nos debe olvidar nunca.
Junto a ese proceso hubo otras tantas luchas de los pueblos para cambiar esas situaciones. Desde las luchas por la independencia de los imperios colonizadores como España y Portugal, o Inglaterra, hasta las grandes luchas del incipiente movimiento obrero en Latinoamérica a fines del 1800 y principios del 1900. Como el movimiento revolucionario en Bolivia en los 50, la revolución Cubana de 1959, los gobiernos progresistas de Janio Cuadros y Kubichet en Brasil. Como la Revolución Sandinista y la del FMLN. Como la lucha de las FARC-EP. Como la revuelta en Santo Domingo y derrocamiento del dictador vitalicio Trujillo, que terminó en la intervención de los marines yanquis o el golpe militar en Chile.
Junto con el término de la Unión Soviética, la situación actual deriva de la consecuente imposición de las políticas del imperialismo llamada “libre mercado”, neoliberalismo y como efecto la “globalización”, siendo el presidente Reagan y la Thatcher en Inglaterra los más fervientes aliados para imponerla en todo el mundo a sangre y fuego.
En Chile la dictadura de Pinochet y los militares facilitó la instalación más choqueante en LA de este sistema económico, al igual que en Argentina. Y de allí derivan los diferentes procesos que vivimos hoy en todos los planos de la sociedad. Tanto los problemas internos de cada país, como los procesos en la comunidad de países latinos.
Chile, con la superestructura muy bien armada que dejó la dictadura, y que la Concertación ha logrado consolidar, reproducirlo con las mejores ganancias de todos los tiempos para el sector empresarial, y con la desigualdad salarial de las más altas del mundo. Por eso el imperialismo menciona a Chile como el más “seguro y estable de LA.”, lo usa de ejemplo de lo que deben hacer los otros países. Y la Concertación se cree el cuento. Por eso se suma a las condenas de Cuba en las Naciones unidas ( a pesar de que Lagos y Bachelet se autocalifican de “socialistas”). Por eso Insulza es el Secretario General de la OEA, la organización considerada el brazo de los EE.UU. para imponer sus reglas de “comportamiento” en su patio trasero. Por eso allí no está Cuba. Por ser Chile nación “privilegiada”, es que su política internacional está condicionada a los deseos de EEUU, y Chile se enfrenta a regímenes críticos del imperialismo, se hace una mofa increíble de Chávez, trataron de condicionar las decisiones de Evo Morales para que cediera ante los golpistas de derecha de Bolivia. Por eso son amigos del narcopresidente de Colombia y se suman a las voces que condenan a las FARC, llamándolas terroristas e Insulza se presta para el show de Uribe al “encontrar” un campamento guerrillero y después a “la liberación” de la Betancourt.
A los chilenos que estamos sometidos a este sistema de esclavos y que hoy pagamos la crisis financiera y económica que nos hunde en la recesión, sólo nos cabe la esperanza de que en Chile se inicicen procesos de liberación, de cambios, de rechazo al sistema neoliberal, como sucede en otros países como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y los vientos que también soplan en El Salvador. Estos países nos demuestran que cuando se está dispuesto a luchar, se puede cambiar el sistema o al menos se puede impedir que el saqueo no sea tan desvergonzado.
En Venezuela, Hugo Chávez intenta construir una sociedad más justa, libre de la intromisión del imperialismo yanqui. Utilizando las mismas instituciones que antes la burguesía defendía, hoy día pretende cambiar la institucionalidad para acelerar los cambios. No ha sido fácil, estuvo a punto de ser asesinado, hubo un golpe organizado por la CIA y los empresarios golpistas. Utilizaron los medios de comunicación, radios y televisión para difundir mentiras y engañar (hoy aparecen defendiendo la “libertad de prensa”), en lo que son maestros, siguiendo el modelo con que derrocaron a Allende en el 73. Pero fracasaron. Chávez no sólo trata de hacer cambios en su país, sino que además tiene conciencia que los cambios deben alcanzar a todos los países de Latinoamérica. Y ese es el peligro que los EEUU teme. Por eso no para de mentir, de engañar para provocar un golpe contra él. Porque su ejemplo podría ser seguido por otros.
Chávez se ha enfrentado a las políticas de EEU no sólo en las palabras, sino que en hechos concretos, como por ejemplo proponiendo la creación de un Banco distinto al Banco de desarrollo BID, con capitales propios y con otras reglas que realmente sirvan para el desarrollo de la región y no para su endeudamiento eterno y creciente. A eso teme EEUU.
En Bolivia, décadas de explotación, de corrupción, de regímenes militares, de exclusión de las etnias indígenas que son la mayoría de la población concluyeron con un gran alzamiento contra el régimen de los empresarios corruptos, una gran movilización de sectores indígenas especialmente aymaras, de sectores rurales y urbanos, que finalmente terminaron por poner en la Presidencia a Evo Morales, con un proyecto de cambios radicales. Lo primero estatizar su recurso más preciado como son los hidrocarburos (gas)., renegociar con las empresas extranjeras su propiedad, y el precio del producto que antes era casi regalado a Argentina y Brasil. Además hacer justicia en el reparto de estas riquezas, para distribuir en forma más equitativa los beneficios. Recordemos que Bolivia es el segundo país más pobre de Latinoamérica. Nuevamente el imperialismo ha realizado un tremendo plan para desestabilizarlo, y para finalmente este año tratar de derrocarlo, como siempre sus aliados gustosos se pusieron a su disposición, financiados en buena forma: los grandes empresarios de las zonas más desarrolladas como Santa Cruz y Pando. Estos intentos golpistas fracasaron, pero indudablemente pusieron en peligro el proyecto de cambios de Evo Morales, quien aun teniendo un tremendo apoyo popular, se sigue ciñendo a la Constitución y ordenamiento dejado por los corruptos, y debe realizar los cambios negociando con la minoría más rica y golpista de Bolivia.
Si estos son los proyectos más antiimperialistas de la región, más anti-globalización y más anti-neoliberal, no son los únicos.
En Ecuador, otro país marcado por la pobreza, a pesar de las enormes riquezas que posee, con los mismos grados de exclusión de las etnias mayoritarias, con otros proyectos fracasados de movilización social contra presidentes corruptos, finalmente eligieron al Presidente Correa que también tiene un proyecto progresista de cambios y que es ampliamente respaldado por su pueblo. Aunque la intromisión ha sido más velada, y nó directa, debe sufrir las amenazas que representan los regímenes de Uribe de Colombia por un lado y por la política de Alan García –también hijo predilecto de Bush y ya derrocado una vez por corrupto- que se ciñe a los patrones de EEUU.
En Nicaragua, después de los cambios introducidos por el triunfo de la Revolución Sandinista y de serias divisiones al interior del movimiento sandinista, después de haber llegado al poder a través de una revolución, se han sometido al sistema institucional y recientemente a través de las elecciones Sergio Ortega es elegido Presidente.
En su vecino El Salvador, también se producen cambios. El Frente Farabundo Martí de Liberación, también en un cambio de su estrategia quiere llegar a través del sistema institucional al poder político. Ya tiene alcaldes y diputados, y ahora participa en las elecciones presidenciales con su candidato Manuel Funes.
En Paraguay, un ex obispo gana las elecciones, en torno a un programa anti-globalizador, progresista.
En esta visión muy general, destacan entonces dos proyectos en esta tierra latina.
Nos referimos al desarrollo de su economía y los procesos sociales.
En esa referencia podemos decir que L.A. siempre ha estado en manos de un pequeño grupo, los poderosos, patrones, lideres, jefes de tendencias, o la irrupción de empresario políticos, empresarios a secas, millonarios, etc., que están en política y participan en ella con la mirada del dueño. Muchas veces coludidos con empresas extranjeras para obtener aún más riquezas. Es recomendable leer a Eduardo Galeano, para entender la tremenda intervención de los intereses extranjeros en las economías latinas. Entender que producto de esas intervenciones económicas, fue necesario que imperialistas como Estado Unidos, se vieran en la necesidad de derrocar gobiernos progresistas o de izquierda, asesinar Presidentes como Arbenz o Torrijos, Quadros, enviar sus ejércitos para reprimir las protestas populares como en Santo Domingo, Puerto Rico, Grenada, y después instalar gobiernos corruptos que defendieran sus intereses como Trujillo, Stroessner, Somoza, Banzer, Cardozo, Quiroga, Mennen, Pinochet, la lista es larga.
Latinoamérica ha sido denominado “el patio trasero” de LA. Porque aquí han vaciado su basura. Porque para el imperio no somos más que un territorio donde hay enormes riquezas para explotar, cobre, estaño, petróleo, gas, madera, y últimamente agua en grandes reservas. Cada gobierno “democrático” de patrones criollos, o las dictaduras cuando fueron necesarias, se dedicaron a legalizar constituciones que defendían la explotación, la exclusión y perpetuaban en el poder a las clases terratenientes en el pasado, mineras y oligárquicas después y ahora a los sectores financieros.

Esta historia no se nos debe olvidar nunca.
Junto a ese proceso hubo otras tantas luchas de los pueblos para cambiar esas situaciones. Desde las luchas por la independencia de los imperios colonizadores como España y Portugal, o Inglaterra, hasta las grandes luchas del incipiente movimiento obrero en Latinoamérica a fines del 1800 y principios del 1900. Como el movimiento revolucionario en Bolivia en los 50, la revolución Cubana de 1959, los gobiernos progresistas de Janio Cuadros y Kubichet en Brasil. Como la Revolución Sandinista y la del FMLN. Como la lucha de las FARC-EP. Como la revuelta en Santo Domingo y derrocamiento del dictador vitalicio Trujillo, que terminó en la intervención de los marines yanquis o el golpe militar en Chile.
Junto con el término de la Unión Soviética, la situación actual deriva de la consecuente imposición de las políticas del imperialismo llamada “libre mercado”, neoliberalismo y como efecto la “globalización”, siendo el presidente Reagan y la Thatcher en Inglaterra los más fervientes aliados para imponerla en todo el mundo a sangre y fuego.
En Chile la dictadura de Pinochet y los militares facilitó la instalación más choqueante en LA de este sistema económico, al igual que en Argentina. Y de allí derivan los diferentes procesos que vivimos hoy en todos los planos de la sociedad. Tanto los problemas internos de cada país, como los procesos en la comunidad de países latinos.
Chile, con la superestructura muy bien armada que dejó la dictadura, y que la Concertación ha logrado consolidar, reproducirlo con las mejores ganancias de todos los tiempos para el sector empresarial, y con la desigualdad salarial de las más altas del mundo. Por eso el imperialismo menciona a Chile como el más “seguro y estable de LA.”, lo usa de ejemplo de lo que deben hacer los otros países. Y la Concertación se cree el cuento. Por eso se suma a las condenas de Cuba en las Naciones unidas ( a pesar de que Lagos y Bachelet se autocalifican de “socialistas”). Por eso Insulza es el Secretario General de la OEA, la organización considerada el brazo de los EE.UU. para imponer sus reglas de “comportamiento” en su patio trasero. Por eso allí no está Cuba. Por ser Chile nación “privilegiada”, es que su política internacional está condicionada a los deseos de EEUU, y Chile se enfrenta a regímenes críticos del imperialismo, se hace una mofa increíble de Chávez, trataron de condicionar las decisiones de Evo Morales para que cediera ante los golpistas de derecha de Bolivia. Por eso son amigos del narcopresidente de Colombia y se suman a las voces que condenan a las FARC, llamándolas terroristas e Insulza se presta para el show de Uribe al “encontrar” un campamento guerrillero y después a “la liberación” de la Betancourt.
A los chilenos que estamos sometidos a este sistema de esclavos y que hoy pagamos la crisis financiera y económica que nos hunde en la recesión, sólo nos cabe la esperanza de que en Chile se inicicen procesos de liberación, de cambios, de rechazo al sistema neoliberal, como sucede en otros países como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y los vientos que también soplan en El Salvador. Estos países nos demuestran que cuando se está dispuesto a luchar, se puede cambiar el sistema o al menos se puede impedir que el saqueo no sea tan desvergonzado.
En Venezuela, Hugo Chávez intenta construir una sociedad más justa, libre de la intromisión del imperialismo yanqui. Utilizando las mismas instituciones que antes la burguesía defendía, hoy día pretende cambiar la institucionalidad para acelerar los cambios. No ha sido fácil, estuvo a punto de ser asesinado, hubo un golpe organizado por la CIA y los empresarios golpistas. Utilizaron los medios de comunicación, radios y televisión para difundir mentiras y engañar (hoy aparecen defendiendo la “libertad de prensa”), en lo que son maestros, siguiendo el modelo con que derrocaron a Allende en el 73. Pero fracasaron. Chávez no sólo trata de hacer cambios en su país, sino que además tiene conciencia que los cambios deben alcanzar a todos los países de Latinoamérica. Y ese es el peligro que los EEUU teme. Por eso no para de mentir, de engañar para provocar un golpe contra él. Porque su ejemplo podría ser seguido por otros.
Chávez se ha enfrentado a las políticas de EEU no sólo en las palabras, sino que en hechos concretos, como por ejemplo proponiendo la creación de un Banco distinto al Banco de desarrollo BID, con capitales propios y con otras reglas que realmente sirvan para el desarrollo de la región y no para su endeudamiento eterno y creciente. A eso teme EEUU.
En Bolivia, décadas de explotación, de corrupción, de regímenes militares, de exclusión de las etnias indígenas que son la mayoría de la población concluyeron con un gran alzamiento contra el régimen de los empresarios corruptos, una gran movilización de sectores indígenas especialmente aymaras, de sectores rurales y urbanos, que finalmente terminaron por poner en la Presidencia a Evo Morales, con un proyecto de cambios radicales. Lo primero estatizar su recurso más preciado como son los hidrocarburos (gas)., renegociar con las empresas extranjeras su propiedad, y el precio del producto que antes era casi regalado a Argentina y Brasil. Además hacer justicia en el reparto de estas riquezas, para distribuir en forma más equitativa los beneficios. Recordemos que Bolivia es el segundo país más pobre de Latinoamérica. Nuevamente el imperialismo ha realizado un tremendo plan para desestabilizarlo, y para finalmente este año tratar de derrocarlo, como siempre sus aliados gustosos se pusieron a su disposición, financiados en buena forma: los grandes empresarios de las zonas más desarrolladas como Santa Cruz y Pando. Estos intentos golpistas fracasaron, pero indudablemente pusieron en peligro el proyecto de cambios de Evo Morales, quien aun teniendo un tremendo apoyo popular, se sigue ciñendo a la Constitución y ordenamiento dejado por los corruptos, y debe realizar los cambios negociando con la minoría más rica y golpista de Bolivia.
Si estos son los proyectos más antiimperialistas de la región, más anti-globalización y más anti-neoliberal, no son los únicos.
En Ecuador, otro país marcado por la pobreza, a pesar de las enormes riquezas que posee, con los mismos grados de exclusión de las etnias mayoritarias, con otros proyectos fracasados de movilización social contra presidentes corruptos, finalmente eligieron al Presidente Correa que también tiene un proyecto progresista de cambios y que es ampliamente respaldado por su pueblo. Aunque la intromisión ha sido más velada, y nó directa, debe sufrir las amenazas que representan los regímenes de Uribe de Colombia por un lado y por la política de Alan García –también hijo predilecto de Bush y ya derrocado una vez por corrupto- que se ciñe a los patrones de EEUU.
En Nicaragua, después de los cambios introducidos por el triunfo de la Revolución Sandinista y de serias divisiones al interior del movimiento sandinista, después de haber llegado al poder a través de una revolución, se han sometido al sistema institucional y recientemente a través de las elecciones Sergio Ortega es elegido Presidente.
En su vecino El Salvador, también se producen cambios. El Frente Farabundo Martí de Liberación, también en un cambio de su estrategia quiere llegar a través del sistema institucional al poder político. Ya tiene alcaldes y diputados, y ahora participa en las elecciones presidenciales con su candidato Manuel Funes.
En Paraguay, un ex obispo gana las elecciones, en torno a un programa anti-globalizador, progresista.
En esta visión muy general, destacan entonces dos proyectos en esta tierra latina.
Un proyecto neoliberal explotador, incondicional al Banco Mundial y al FMI, que ha aumentado los índices de ganancias de los ricos y ha hecho más pobre a los pobres, o sea el régimen perfecto para los intereses de EEUU y la Unión Europea. Estos países son Chile – a la cabeza- Colombia y Perú.
El otro proyecto, es el que se rehúsa a aplicar las recetas del FMI, que rescata la independencia política frente a los centros de poder mundial, que tratan de responder a los intereses populares, como los de Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador y Nicaragua y que por ello son diariamente atacados y castigados a través de las organizaciones internacionales.
Es cierto que hay otros países como Brasil y Argentina que son potencias económicas en Latinoamérica, que están en el medio y tratan de pasar la crisis con las recetas del BM o del Banco Interamericano d e ¿desarrollo?
Algunos hablan de una “tendencia nueva de izquierda” para referirse a Venezuela o Bolivia, tenemos la esperanza que así sea. En estos tiempos en que el sistema global es tremendamente poderoso en lo económico, en lo militar y en el manejo de las comunicaciones, no hay duda que estos proyectos ayudan a que otras fuerzas sociales en nuestros países se puedan convencer que sí se puede. Que no estamos condenados de por vida si es que nos decidimos a luchar por los cambios. Que aunque algunos proyectos sean de cambios progresivos, sin mayores ambiciones, igual significan un gran avance respecto a situaciones como la de Chile, donde el bombardeo del sistema es tremendamente eficaz y adormece hasta al más despierto.
El próximo año además tendrá eventualmente un nuevo factor. Muchos apuestan a un nuevo trato de parte de Obama, nuevo presidente de EEUU. Se confía en una nueva estrategia y mayor preocupación por su “patio trasero”. La historia nos dice que no hay que esperar mucho de él. Tiene muy poco que decir frente a la problemática económico-social de LA, no dejará de intervenir y presionar para lograr sus objetivos, seguramente continuará con el bloque y política agresiva hacia Cuba, y seguirá alabando a su punta de lanza en LA, o sea nosotros, Chile. No hay que poner esperanzas en este presidente. Las empresas norteamericanas con intereses en Chile, son las que realmente manejan y negocian con los gobiernos y ellos no dejarán indefensos sus intereses económicos en Chile.
No es muy tranquilizador este panorama, pero lo importante es que las ideas utópicas, las ideas humanistas, socialistas, no estan derrotadas. En estos días de crisis económica, como nunca se ha vuelto la mirada a Kart Marx, para reconocer los méritos de sus análisis, y de la verdad contenida que hoy se vé verificada. Los que predijeron el fin de la historia y toda esa patraña, hoy día deben ponerse a la defensiva, ya que un ideario de cambios, muchos basados en el marxismo, hace que tomen en cuenta el cambio de la realidad para proponer otros proyectos alternativos a la globalización. Tal como dice Marx, mientras exista explotación, injusticia y atropello a los derechos de las personas, seguirá vigente la revolución, seguirá vigente el socialismo.
El otro proyecto, es el que se rehúsa a aplicar las recetas del FMI, que rescata la independencia política frente a los centros de poder mundial, que tratan de responder a los intereses populares, como los de Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador y Nicaragua y que por ello son diariamente atacados y castigados a través de las organizaciones internacionales.
Es cierto que hay otros países como Brasil y Argentina que son potencias económicas en Latinoamérica, que están en el medio y tratan de pasar la crisis con las recetas del BM o del Banco Interamericano d e ¿desarrollo?
Algunos hablan de una “tendencia nueva de izquierda” para referirse a Venezuela o Bolivia, tenemos la esperanza que así sea. En estos tiempos en que el sistema global es tremendamente poderoso en lo económico, en lo militar y en el manejo de las comunicaciones, no hay duda que estos proyectos ayudan a que otras fuerzas sociales en nuestros países se puedan convencer que sí se puede. Que no estamos condenados de por vida si es que nos decidimos a luchar por los cambios. Que aunque algunos proyectos sean de cambios progresivos, sin mayores ambiciones, igual significan un gran avance respecto a situaciones como la de Chile, donde el bombardeo del sistema es tremendamente eficaz y adormece hasta al más despierto.
El próximo año además tendrá eventualmente un nuevo factor. Muchos apuestan a un nuevo trato de parte de Obama, nuevo presidente de EEUU. Se confía en una nueva estrategia y mayor preocupación por su “patio trasero”. La historia nos dice que no hay que esperar mucho de él. Tiene muy poco que decir frente a la problemática económico-social de LA, no dejará de intervenir y presionar para lograr sus objetivos, seguramente continuará con el bloque y política agresiva hacia Cuba, y seguirá alabando a su punta de lanza en LA, o sea nosotros, Chile. No hay que poner esperanzas en este presidente. Las empresas norteamericanas con intereses en Chile, son las que realmente manejan y negocian con los gobiernos y ellos no dejarán indefensos sus intereses económicos en Chile.
No es muy tranquilizador este panorama, pero lo importante es que las ideas utópicas, las ideas humanistas, socialistas, no estan derrotadas. En estos días de crisis económica, como nunca se ha vuelto la mirada a Kart Marx, para reconocer los méritos de sus análisis, y de la verdad contenida que hoy se vé verificada. Los que predijeron el fin de la historia y toda esa patraña, hoy día deben ponerse a la defensiva, ya que un ideario de cambios, muchos basados en el marxismo, hace que tomen en cuenta el cambio de la realidad para proponer otros proyectos alternativos a la globalización. Tal como dice Marx, mientras exista explotación, injusticia y atropello a los derechos de las personas, seguirá vigente la revolución, seguirá vigente el socialismo.
Después de más de 100 años, el marxismo se muestra jóven otra vez, lleno de vitalidad y como guía de los cambios de nuestra realidad.
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