domingo, 7 de junio de 2009

El circo electoral tiene más payasos



Aunque a algunos no nos gustan estas elecciones por ser parte de la deformación y manipulación del sistema, estas son parte de la realidad política del país y como fenómeno es un tema importante a tratar.

Los representantes del sistema tienen una sola opinión al respecto, “es el juego de la democracia”, donde “el pueblo” elige en este caso, al Presidente por los próximos 4 años, se elige a todos los diputados y parte del Senado.
Primero, si fuera democrático, las formas de participación serían diferentes, cualquiera debería tener derecho a participar. Y aunque aparentemente es así, la Ley de votaciones mantiene el sistema binominal que favorece solo a las dos grandes coaliciones: Alianza y Concertación. Segundo, si fuera democrático deberían haber otras propuestas políticas (con medidas sociales y políticas) distintas donde elegir, porque hoy día desde ese punto de vista las dos grandes coaliciones tienen el compromiso declarado de mantener el sistema de libre mercado, en un mundo globalizado, con los resultados que todos conocemos expresados en la crisis mundial. Pero no las hay. Ninguno de los numerosos candidatos plantea cambios radicales. Ni siquiera el presidenciable del PC con Humanistas.
Cuales son los antecedentes actuales de las elecciones.
La Alianza: a regañadientes, con descalificaciones habituales y mostrándose los dientes, la UDI y RN, después de largas conversaciones y compromisos alcanzados en los rincones de sus salones secretamente, se pusieron de acuerdo para llevar a Sebastián Piñera de candidato: empresario que se ha hecho multimillonario a costa de los usureros intereses cobrados a los que usan tarjetas de créditos. Un empresario que ha demostrado estar en contra de los trabajadores y para muestra son sus empleados de LAN. Dueño de Chilevisión TV, manipulador de noticias y con acceso libre para aparecer cuando necesita pantalla. Un político demagogo, que habla de todo, pero nunca ha tenido un programa claro de propuestas y eso lo vimos en las elecciones pasadas, a no ser la repetida frase que inventara Lavín: “queremos el cambio”. Se niega a deshacerse de sus empresas: ¿alguien podría ser tan ingenuo de creer que pasando en teoría la administración a terceros, va a dejar de dirigir él mismo al conglomerado de empresas que posee? o ¿sería imparcial si fuera Presidente y tuviera que dictar leyes por ejemplo sobre transporte aéreo, sobre la libre expresión, conducta y contenido de la TV??.
Sólo un descerebrado podría creer en el fideicomiso “ciego”.
La Concertación: después de haber perdido la oportunidad frente a las “niñas maravillas” la elección anterior, esta vez Frei logró después de mucho esfuerzo que las directivas de los tres partidos más importantes lo nominaran candidato oficial. Y aunque el radical José Gómez le dio una corta pelea, terminó siendo oficialmente el candidato de la Concertación. Nadie sabe cual es su propuesta, pero fue elegido. Aparte de las generalidades de siempre y el eterno y manoseado “vamos a hacer un cambio”, con nada se ha comprometido. Y nó necesita hacerlo. El acarreo de votos hace mucho tiempo que no es en base a propuestas político-sociales, sino en base a marketing de imagen, con cuantas figuras internacionales se saca foto, a cuantos niños regala caramelos, a ser los camaleones que se visten de huasos, se ponen collares rapa-nui, mantas de lonKos, bailan reguetón, etc. Transformistas de la política.
Pero la Concertación tiene que enfrentar otro fenómeno que llama un poco la atención y es la presencia de otros candidatos como Enríquez-Ominami y Navarro. Sin hablar de Zaldívar que se salió (o lo echaron mejor dicho) y de Arrate que representa a la lista de izquierda. Nadie entiende que significan estas candidaturas, porque no son anti-Concertación, están dentro de ella misma y uno se pregunta ¿significan algo importante? ¿expresan alguna propuesta diferente frente a la economía de mercado y la globalización? Ciertamente y definitivamente NO. En las entrevistas cuando Ominami chorrea las palabras, después de eso no queda nada, no hay sustancia, sólo imagen, supuesto representante de los “jóvenes”, una nueva generación, pero que hasta ahora solo conocemos sus shows en TV. Navarro, tampoco se destaca por sus propuestas claras. Más conocemos de su apoyo permanente a Hugo Chávez y a Evo Morales, y bien que sea así. Abandonó la pelea de representar a la izquierda. Pero, ¿Qué plantea en Chile? ¿qué propuestas que signifiquen un verdadero cambio ha hecho público?.
La Izquierda: Sin mayor trauma, Jorge Arrate, renunciando al PS, es nominado candidato de la Izquierda. Uno no entiende que una persona como él, que fue uno de los fundadores de la Concertación, artífice y manipulador de las posiciones que hicieron al PS abandonar su carácter de clase, de partido marxista defensor de los intereses populares. No basta que alguien se sienta “desencantado” de su dirigencia para pasarse a la izquierda sin siquiera hacer un mea culpa de sus cambios de posiciones, de su responsabilidad en los 20 años de la Concetación. Y ahora “lidera” a la Izquierda.

Después de ver estas figuras ¿alguien todavía podrá decir que estas elecciones son “transparentes” “expresión de democracia” “garantía de igualdad” “ejemplo de libre expresión”?? ¿alguien puede con la cara limpia hablar de democracia?
Sin embargo lo más peligroso es lo que no se dice.
Lo más peligroso como dijimos antes, es la ausencia de PROPUESTAS, como tanto la Alianza como la Concertación, son impulsores y férreos defensores del libre mercado brutal, no tienen propuestas diferentes. Por eso tienen que recurrir a la pelea sucia, a la descalificación, a centrarse en los problemas que hagan noticias, pero de esas noticias de farándula, o que apelan al morbo, porque asi se ganan el rating los canales del TV.
Pero no hay propuestas que despierten discusión nacional, como por ejemplo:
Como terminar con las AFP, que dejaron en la ruina a los futuros pensionados.
Como terminar con el seguro de salud privada, que discrimina a los más enfermos y obtiene grandes ganancias con los aportes de los trabajadores y empleados.
Quien ha dicho algo sobre aplicar la ley a los empresarios que no pagan las cotizaciones de AFP o de ISAPRE
Nadie ha propuesto que la Educación vuelva a ser “deber y prioridad del Estado”,
que no dependa de corporaciones de privados que solo lucran con la formación de niños y jóvenes.
Nadie ha dicho que las minas de cobre son por Ley, del Estado y que su explotación y riqueza generada debe quedar en Chile. Que no puede haber empresas extranjeras dueñas de más de la mitad de la producción de cobre.
Nadie ha dicho que el Agua, es un elemento vital, natural que no puede estar en manos de privados ni dejarla a la codicia de los empresarios.
¿Porqué no se hacen propuestas para proteger a los pescadores artesanales, y expulsar a las grandes empresas de pesca que estan acabando con los recursos naturales marítimos?.
¿Quien propondrá seriamente cambiar las estructuras políticas de nuestra sociedad, para dar cuenta de la nueva realidad, y Llamar a una Asamblea Constituyente donde se pueda dar un carácter diferente a la idea de nueva sociedad?.
¿Porque no cambiar la representatividad de la sociedad,
donde esten los verdaderos componentes del pueblo organizado, profesionales, empleados, trabajadores, campesinos y temporeros, etnias, representantes de la cultura, etc.? Eso podría ser más democrático.
Para hacer esos cambios y muchos más, se necesita más que estar descontentos con los 20 años de la Concertación. Se necesita más que decir livianamente “somos el cambio”. Se necesita tener primero reconocer que el libre mercado y la globalización son formas perversas, brutales de explotación del hombre. Reconocer que no puede ser el lucro la base de ningún sistema de sociedad compatible con la justicia y la solidaridad. Hay que reconocer que es necesario un nuevo sistema socio-político, que reemplace a este que ha probado no poder solucionar los problemas.
Eso no lo va a hacer ninguno de los candidatos. Se despacharán torrentes de palabras, todas vanas, con los dedos cruzados a la espalda para después desconocer sus promesas.
No encontraremos compromisos. No habrá formulas para hablar de la verdadera democracia.
Por eso no creemos que a través de estas elecciones se pueda avanzar en construir una fuerza distinta. No será votando que logremos encontrar el camino de construcción de una auténtica fuerza de izquierda.
Por eso seguiremos buscando alternativas que busquen despertar la conciencia para analizar nuestros problemas de sociedad. A buscar formas para saber buscar y encontrar la verdad de los problemas. Para entender que ver los problemas y encontrar soluciones, no llegarán por iluminación, ni por la acción de algún caudillo, sino buscando en forma metódica, consciente, permanente, con herramientas científicas, luchando cada día, todos los días, codo a codo con otros, agrandando el círculo de discusión y trabajo, de solidaridad, consecuentes siempre.

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