domingo, 7 de junio de 2009

Movilización Estudiantil y lucha reivindicativa



¡Asiste a la escuela, desamparado!
¡Persigue el saber, muerto de frío!
¡Empuña el libro, hambriento! ¡Es un arma!
Estás llamado a ser un militante.
¡No temas preguntar, compañero!
¡No te dejes convencer!
¡Compruébalo tú mismo!
Lo que no sabes por ti,
No lo sabes
Estás llamado a ser un militante


Bertolt Brecht (1933)


Durante los últimos tiempos uno de los hitos más destacados de la lucha social en nuestro país fue la movilización estudiantil conocida como la revolución pingüina (2006). Movilización que estuvo marcada por un masivo apoyo del mundo estudiantil y de la mayoría de los actores sociales y sus organizaciones. Sin embargo, si evaluamos sus resultados de corto, mediano y largo plazo, sus alcances mantienen la lógica de todas las movilizaciones populares del actual período. Es decir, por articularse en función de objetivos puntuales y limitados, organizarse de forma aislada (sectarismo) con respecto al resto de los actores sociales, pero por sobre todo, carecer de un Proyecto de largo alcance. Lo relevante de estas afirmaciones, se encuentra dado por el escenario actual, tanto en el Movimiento Estudiantil, el Sistema Educativo y el Movimiento Popular. En todos estos niveles se ha sufrido un profundo retroceso o al menos un estancamiento aletargante, si tomamos como comparación el periodo anterior al 2006.
Con respecto al Movimiento Estudiantil es fácil constatar que se ha producido una dispersión dada por la ausencia de objetivos comunes y la falta de preocupación por la articulación. No obstante, el factor predominante que explica la debilidad del movimiento estudiantil, se encuentra en que aún no se ha superado lo efímero de su organización, la cual responde a los breves ciclos en que los jóvenes permanecen en las instituciones educativas. Este fenómeno propio de la dinámica estudiantil, será superable en la medida en que las organizaciones políticas asuman un rol activo en la formación de dirigentes en todos los niveles que se requieran, con mayor urgencia cuando el recambio es rápido y constante.
En el ámbito relacionado con el Sistema Educativo en su totalidad, nos encontramos hoy en día sin capacidad de responder a una dura derrota. Esta es la aprobación de la LGE. Cuando sabemos que uno de los principales objetivos de las pasadas movilizaciones estudiantiles era la Eliminación de la LOCE (Antigua ley de educación heredada de la dictadura) nos encontramos ante un rotundo fracaso, debido a que la nueva ley (LGE) profundiza en la mercantilización de la educación, reafirmando lo discriminatorio del sistema educativo y obviando la necesidad de calidad de la educación. Como también restringe (al punto de impedir) la participación de la sociedad en la toma de decisiones al interior de los espacios educativos, otorgando estas atribuciones solo a los responsables económicos (sostenedores, municipalidades). En definitiva la LGE perpetúa un crudo sistema de clases al interior de nuestro Sistema Educativo, en donde la escuela pública y la educación pública, tendrá el sello de ser la escuela de los pobres, y de los más pobres.
Sobre la influencia del Movimiento Estudiantil en el resurgimiento Popular nos limitaremos a decir, que la fragmentación de organizaciones y de objetivos –propio de lo estudiantil- es un aporte al mantenimiento del estatus quo que tanto beneficia a los dueños del capital y sus lacayos.
En el contexto actual, las organizaciones políticas y sociales que luchamos por cambios revolucionarios pagaremos caro, si dejamos que se diluyan o se pierdan grandes movilizaciones como la de los pingüinos, ya que la capacidad de conducción como la formación de cuadros, no se puede improvisar de un momento a otro, debiendo ser una tarea permanente y en ascenso.

Por David

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