viernes, 27 de julio de 2007

COMO VA LA PINCOYA


(intervención de joven poblador en Encuentro político – cultural en La Pincoya el 14 de Julio)

Vivimos en este pedazo de tierra desde que tenemos memoria, hemos crecido entre cerros y jugando con el barro desde pequeños. También hemos visto cómo nuestra pobla se ha infectado de traficantes sucios que venden mierda a nuestro hermanos, cómo algunos amigos de la niñez hoy deambulan sin rumbo por la pobla con nada mas en la mente que un par de papelinas para calmar la angustia, o pensando qué robar para conseguir pasta base.

También hemos visto cómo los ricos se apropian de nuestros cerros construyendo desde lujosas casas hasta modernas autopistas que sólo los benefician a ellos, autopistas que jamás ocuparemos nosotros. Cómo nos han llenado de antenas para celulares y cómo nos creen idiotas disfrazándolas de palmeras para que nadie diga nada.

Nuestra “querida” alcaldesa nos llena las calles de pastito y palmeras moribundas para disfrazar la verdadera realidad de nuestra Pincoya. Una realidad de cabros perdidos en la pasta base y la cesantía, la falta de estudios y la precariedad de sus viviendas. Por eso las peleas en las esquinas, por eso los asaltos, por eso tanta violencia mal enfocada. Cabros que se matan en la calle por un par de monedas o por un cigarro, y decimos mal enfocada porque esa misma violencia se podría dirigir hacia los que nos tienen en estas condiciones, que no son otros más que los ricos y poderosos, ellos son el enemigo del pueblo. Eran el enemigo cuando nuestros abuelos y padres construyeron esta población con esfuerzo y lucha y son el enemigo hoy cuando nos mienten diciéndonos que nuestra pobreza es nuestra propia culpa y se lavan las manos de tanta explotación.

Los cambios experimentados por nuestra población han sido muchos. De ser sólo terrenos latifundistas pasaron a ser tomas organizadas por los pobladores decididos a recuperar un pedazo de tierra donde poder vivir. Así comienza la historia de nuestra Pincoya, con lucha organizada contra los dueños del país, contra los ricos, contra el sistema capitalista. Este terreno que tenemos no fue regalo del cielo, fue descontento, fue rabia organizada contra los patrones violentos, de ahí que la Pincoya es la pobla combativa que se conoció en dictadura, la que no olvidó con la alegría de la concertación, la que parecía no comprar el cuento de la democracia. Claro que con el tiempo algunas voces parecieron callarse, el letargo, la apatía y el conformismo parecen haber consumido gran parte de aquel sentimiento de clase obrera combativa y conciente, a algunos parece no importarles lo que pasa en la pobla, parece que no han visto la triste realidad que los rodea o quizás se hacen los tontos como la mayoría. Sus preocupaciones son otras y van desde el final de la teleserie, el carrete pa’l fin de semana o el partido de Chile en el mundial, nadie se detiene a mirar por un segundo la mierda en la que vivimos y eso como pueblo nos hace mal, los únicos que se benefician con eso son los ricos, los grandes empresarios que necesitan que haya millones de pobres para seguir siendo millonarios y mientras más ignorantes mejor, por eso nos meten tanta porquería por la tele, por eso nos meten tanta pasta base en la pobla, por que un pueblo drogado o neutralizado con la televisión es incapaz de reaccionar y se convierte en presa fácil. Nuestros sueños individuales deben transformarse en sueños colectivos para cosechar resultados positivos para nuestro futuro y nuestra clase. No es imposible como nos quiere hacer creer la tele. Ser poblador es cosa de actitud, es actuar concientemente contra los que nos dominan.

Es por eso que el llamado es a no conformarse, a patalear, a molestar, a organizarse, a coordinarse con pobladores de otras poblas, a compartir experiencias y a unir las fuerzas por que la historia nos ha demostrado que la organización popular es la única forma de recuperar esa combatividad que tanto nos enorgulleció en años anteriores, ese ímpetu de no dejarse pisotear por los que más tienen, que cuando el pueblo se organiza es cuando los ricos tiemblan y caen. Sigamos el ejemplo de los trabajadores salitreros que escogieron morir luchando a tener que pasar sus vidas enteras arrodillados ante los patrones. Cabros, no dejemos que la vida pase ante nuestros ojos sin hacer nada, no seamos más estadísticas en sus libros, seamos capaces de decidir y de pelear sin miedo por nuestro pueblo. Algún día, si nos organizamos, seremos capaces de cambiar esta realidad de mierda.

¡ A 100 años de Santa María de Iquique… Reivindicamos la lucha popular organizada!!

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