viernes, 27 de julio de 2007

UN PAIS EN CONSTANTE EFERVESCENCIA




Movimientos sociales en el Ecuador:

Del Ecuador por lo general no se conoce mucha información. Menos aún respecto al desarrollo social y político del país, que solo ha sido destacado cuando han ocurrido situaciones puntuales y específicas que han afectado la institucionalidad, que es el elemento que en Chile más se valora. Sin embargo, en el Ecuador las luchas populares siempre han tenido gran influencia en el acontecer nacional. Haremos un breve recuento de algunos hechos importantes para comprender la incidencia del movimiento social en el país.

En mayo de 1944 una insurrección popular, conocida como “la gloriosa”, terminó con el gobierno oligárquico, pro imperialista y represivo de Arroyo del Río, estableciendo una asamblea constituyente que dio un nuevo marco jurídico al país e instaló a Velasco Ibarra nuevamente en el poder.
Como consecuencia del importante papel que jugaron los trabajadores en el derrocamiento del régimen, en julio de 1944 se creó la Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE), equivalente a la CUT chilena. También se fundaron la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE) y la Federación Ecuatoriana de Indios (FEI). Todas estas organizaciones tuvieron destacada participación en el desarrollo político del país durante los siguientes 50 años.

Otro hecho notable fue el levantamiento conocido como “la guerra de los 4 reales”. En 1975, el gobierno subió el pasaje de la micro en Quito de 1 sucre a S/.1,40 (a esos 40 centavos se le llamaban 4 reales). La población paralizó por completo la ciudad, se organizó en comités y levantó barricadas, ante lo cual el gobierno debió echar pié atrás con el alza.

Luego del restablecimiento de la democracia (en 1979) los gobiernos empezaron poco a poco a aplicar medidas neoliberales que deterioraron enormemente la calidad de vida de los trabajadores, por lo que entre 1982 y 1988 se organizaron numerosas huelgas nacionales, que pusieron en jaque a los gobiernos de Hurtado y Febres Cordero, coordinadas por las centrales de trabajadores (CTE, CEDOC y CEOSL), el movimiento indígena y los estudiantes.

Los 90 fueron los años del movimiento indígena. En el Ecuador hay un sinnúmero de nacionalidades indígenas y gracias a un trabajo paciente de años, se logró acordar una plataforma de demandas única para todos los indígenas del país, organizados en la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE). En junio de 1990 los indígenas paralizaron el país y marcharon a Quito. Debieron ser recibidos y escuchados y muchas de sus demandas pudieron alcanzarse. Además, sus dirigentes pasaron a ser figuras públicas, se escuchaban sus opiniones y empezaron a participar del juego electoral, obteniendo altas votaciones y eligiendo alcaldes, concejales y diputados.
(Marcha de los forajidos, movimiento con que el pueblo de Quito botó a Lucio Gutiérrez, el 19 de Abril de 2005. FOTO de Julio García, fotógrafo chileno asesinado por la policía esa noche mientras cubría la marcha.)

En estos años, entre 1980 y 1996 aproximadamente, el movimiento social fue un actor clave de la política ecuatoriana. Trabajadores, estudiantes, profesores, indígenas, mujeres, defensores de los derechos humanos, artistas y religiosos, establecieron una coordinación que impulsaba conjuntamente las diversas acciones que buscaban enfrentar las demandas contra las políticas antipopulares y sacar a la población de la pobreza, defendiendo sus derechos y planteando sus demandas unitariamente.

Sin embargo, este proceso ha sufrido un retroceso en los últimos años, entre otros motivos por los siguientes:
· ha habido poco recambio de los líderes de los movimientos sociales (todavía siguen a la cabeza muchos dirigentes de los 70),
· al movimiento indígena lo afectó su irrupción en la política tradicional para la que no estaban preparados. En las dos últimas elecciones presidenciales presentaron candidatos propios (con muy buen resultado en 1998 y escasísima votación en 2002). Por ello, Lucio Gutiérrez buscó alianza con los indígenas para ganar la segunda vuelta en 2002 e inició su gobierno con varios ministros indígenas, pero el autoritarismo y entreguismo de Gutiérrez al FMI deshicieron la alianza y los indígenas abandonaron el gobierno, pero ya no pudieron recuperar su influencia como movimiento social autónomo.
· la confianza de la población de que se puede hacer oír cuando sale a protestar, llevó a que los últimos 3 gobiernos elegidos democráticamente hayan sido derrocados por movimientos populares que sobrepasaron absolutamente a la Coordinadora de los Movimientos Sociales. En 1997, más de 2 millones de personas en todas las ciudades del país y otros 3 millones de campesinos en las carreteras protestando contra el desgobierno y la corrupción sacaron del gobierno al líder populista guayaquileño Abdalá Bucaram. En el 2000, diez mil indígenas que se tomaron la capital obligaron a terminar con el gobierno de Jamil Mahuad y en abril de 2005 miles de quiteños en las calles marchando durante días contra la corrupción y el autoritarismo acabaron con el gobierno de Lucio Gutiérrez.

· Los partidos de izquierda, atomizados en diversas organizaciones, no pudieron consolidarse como referente para los movimientos sociales. El Partido Socialista forma parte del sistema, el MPD (que controla estudiantes y profesores) actúa según sus mezquinos intereses como partido y el Partido Comunista perdió toda la influencia que tuvo a mediados del siglo XX.
No se puede vislumbrar todavía como se podría recomponer el movimiento social en el Ecuador. La globalización uniformiza conciencias y actuaciones en todo el mundo y el Ecuador no escapa a ello, aunque con menos rigor pues todavía tiene un alto porcentaje de población rural que está fuera del mercado y el consumo.

Marcha de los Forajidos, movimiento con que el pueblo de Quito botó a Lucio Gutiérrez, el 19 de abril de 2005. FOTO de Julio García, fotógrafo chileno asesinado por la policía esa noche mientras cubría la marcha.
En el presente, los ecuatorianos tienen puestas sus esperanzas en la Asamblea Constituyente propuesta por el presidente Rafael Correa. El referéndum para dar paso a la Asamblea obtuvo un 81% de aprobación en abril y la elección de los constituyentes se realizará en septiembre. Se espera que esta elección sea el entierro definitivo de una casta de políticos populistas y de derecha que han manejado el país desde el retorno a la democracia y que se logre proponer una Constitución democrática y nacional que recoja los anhelos y demandas de los sectores populares y rija los destinos del Ecuador por los próximos años. Si los partidos tradicionales logran manejar la Asamblea para sus intereses oligárquicos y transnacionales la frustración del pueblo podría llevar a nuevos aglutinamientos y probablemente a nuevas formas de lucha social. Porque el pueblo ecuatoriano ha dado batalla siempre y esperemos que lo siga haciendo.

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