domingo, 9 de septiembre de 2007

LA COYUNTURA

Análisis político

La coyuntura esta marcada por varios aspectos. Uno de ellos sin duda es como el sistema resuelve sus propias contradicciones internas. Más que contradicciones, como se las arregla para solucionar los problemas que genera su aplicación en lo económico, social y cultural.
Después de dividir y acallar a los estudiantes secundarios, siguió adelante su iniciativa para “cambiar” la ley sobre la educación, propuestas que no han dejado contento a nadie. Pero sí lograron que la movilización de los estudiantes fuera un fracaso. ¿qué quiere decir entonces “gobierno ciudadano” , si es necesario destruir las organizaciones sociales?
En otro plano, y aunque estaban advertidos gobierno y derecha, se les vino encima el problema de los trabajadores “sub-contratados”. Esa forma que ideó el sistema para bajar costos en las industrias y que en realidad sirvió para explotar aún más a los trabajadores (¡! siempre pueden explotar más!!), hace años que hace crisis. Por eso las negociaciones de los trabajadores sub-contratados de CODELCO -la más grande empresa del país- generó muchas expectativas. Fracasaron las reuniones, y la huelga se hizo realidad. Una huelga que tuvo todos los ingredientes: mesas de negociación, rupturas, quema de buses, represión, presentación de reivindicaciones económicas y beneficios sociales. Ante la cínica presión de Bachelet y su equipo para presionar a los huelguistas, estos defendieron con todas las formas posibles su justa lucha. Es más, fueron más allá de los derechos que les otorga la ley, y dirigieron sus demandas al gobierno (se suponía que el conflicto era entre privados). Pero la fuerza de la movilización hizo que el gobierno interviniera y la negociación dejó de lado a los empresarios, quienes finalmente tuvieron que aceptar los términos de la demanda. Fue el Gobierno quien solucionó el problema. El Sr. Ovalle, representante de los empresarios, acudió iracundo a la Moneda a llamarle la atención a Bachelet por este acto de “intromisión” en problemas entre privados. Estos trabajadores dieron una lección: cuando la lucha es justa, cuando permanecen unidos, cuando hay decisión para llevarla adelante, no importa lo que la ley diga, es el gobierno el que tiene que responder y lo consiguieron. Ojalá otros sigan el ejemplo.

Este triunfo de los “sub-contratados” ha servido para poner expectativas para la Movilización convocada para el 29 de Agosto, y tiene mucho sentido. Es para mostrar a toda la sociedad, los problemas que todos sufren pero que pocos se atreven a denunciar y sobretodo a luchar por su solución. Para demostrar que hay que estar unidos, que no hay que tener miedo a la represión.
La televisión mostró que muchos de los que participaron eran trabajadores, especialmente jóvenes que querían manifestar su protesta, porque no hay otro espacio donde reclamar “pacíficamente” como Bachelet pide. Un joven que se cubria el rostro dijo “vengo a protestar en nombre de mis padres que no pueden hacerlo, y me tapo la cara porque si nó me echan de la Universidad”. Cuando es pacífica, nadie escucha. Si no hay paro, y protesta, las soluciones no llegan. Y si hay compromisos de empresarios o gobiernos para terminar una huelga, estos jamás se cumplen después. Pregúntenles a los profesores o a los portuarios, a los ex mineros de Lota o Coronel o a los pescadores artesanales.

Esta claro que los problemas que se han acumulado son muchos. El no pago de las imposiciones por parte de los empresarios, el no cumplimiento a las promesas hechas a los estudiantes, un plan AUGE que no soluciona los problemas, que las viviendas sociales que se construyen no pasan el más mínimo exámen técnico. Los deudores pagando 10 veces el valor de sus viviendas.
La derecha pretende sacar dividendos políticos de todos estos problemas de los cuales ellos son parte importante (ellos crearon este modelo), pero nadie les cree, así lo demuestran las encuestas al menos. Es el sistema el que es intrínsicamente brutal y explotador. Que divide a la sociedad entre sus “protegidos” (casta política, gran empresariado, capas medias al servicio de la empresa) y los que son desechables.
El Obispo Goic reclama un salario mínimo de 250.000 pesos, y todos –excepto los empresarios- incluso piden más. Sin embargo todos aprobaron en el Congreso un salario mínimo de $ 144.000 pesos, sabiendo que eso no cubre las mínimas necesidades de una familia. (Saque la cuenta: arriendo, mínimo $ 80.000, pasaje transporte (1)$20.000, pasaje dos estudiantes $10.000.- Súmele por lo menos $5.000 de agua, otros $12.000 de electricidad. Quedan $ 17.000 para comer, vestirse, medicinas, aseo, comprar material para la escuela). En el sector privado los aumentos no pasan del IPC (“para que no suba la inflación”, dicen) pero los artículos más básicos subieron este mes un promedio de 50%. Claro que en la canasta de artículos primarios también está el whiskey, y como el dólar esta bajo, “baja” la inflación.

Concertación y Alianza están sometidos a los requerimientos del sistema y ninguno puede rebasar sus límites. Y siendo así, los conflictos no pueden permitirse. Por eso la movilización de la CUT mostró una represión tan brutal como la de la dictadura. Bachelet ordenó reprimir con todo y a todos. Manifestantes, periodistas, dirigentes, incluso un senador de la Concertación. Ninguna contemplación. Y después del garrote, un “democrático” llamado a conversar. Llaman a la CUT a integrarse a la comisión para la equidad social. Alguien puso el dedo donde corresponde: “como vamos a ir a la mesa , si esos son los mismos que han diseñado todas estas políticas que nos tienen así, qué solución va a salir de allí” . Y tienen razón.

Pero si la Concertación y la derecha tratan de parchar el sistema para que sobreviva y arreglan sus diferencias, el otro desafío que plantean estos problemas, es para nosotros, los que estamos en contra del sistema. Que hacemos o qué haremos, para dar término a este sistema. Como los sectores de izquierda se organizan o se atreven a ponerse a la cabeza de las movilizaciones. Ese es el problema político que plantea esta coyuntura, una vez más por cierto, porque no es nuevo.
Que la CUT convoque a esta movilización, es correcto, pero tampoco plantea soluciones de fondo, porque su dirigencia es toda Concertacionista (Martínez socialista y Rozas DC) y podrán estar criticando coyunturalmente, pero es parte de su rol, y no dejarán de ser concertacionistas. De hecho dijeron que la protesta no era contra el gobierno.

La coyuntura parece llena de posibles nuevas movilizaciones, la CUT anuncia una huelga general. Pero si bien la movilización del 29 tuvo respuesta, la verdad es que el esperado medio millón de participantes no estuvo allí. Todavía falta mucho para alcanzar otro nivel de conciencia y atreverse a protestar en grande. Los problemas pueden ser muy grandes y afectar terriblemente a los sectores populares, pero por sí mismos no cambiarán las cosas.
Lo que se necesita es hacerse cargo de ellos y de plantear soluciones radicales. Y esa es tarea de todos, trabajadores, dirigentes sindicales y sociales, movimientos o partidos políticos, colectivos populares, jóvenes y mujeres, mayorías y minorías. Si queremos una Huelga General, debemos contar con mucho más que la rabia y la decisión de unos pocos. Necesitamos a la Mayoría.

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